Inauguramos hoy la sección de "recetas invitadas" con un magnífico arroz de pinchitos a cargo de mi hija Babel. Es una receta que se hace en un periquete y queda muy sabrosa. Ella se ha encargado de todos los preparativos y elaboración. Esta receta la ha aprendido de su abuela y es el plato de arroz que más le gusta.
Los ingredientes necesarios son los siguientes: 2 tazas de arroz, 5 tazas de agua, 1 pastilla de caldo concentrado de pollo, pinchitos de pollo aliñados, cúrcuma, sal, aceite de oliva y palitos de cangrejo o delicias de mar para decorar. Y para cocinarlo, una sartén o paella de tamaño adecuado para que el arroz quede bien extendido.
Se ponen los pinchitos con una cucharada de aceite, a fuego fuerte, para que se vayan haciendo durante un par de minutos. Se añade el agua, la pastilla de caldo concentrado, la sal y la cúrcuma y, cuando esté hirviendo, el arroz. Se le da una buena removida para distribuir los ingredientes, se baja el fuego a potencia media-baja, y se deja cocer durante unos 18 minutos aproximadamente. Se puede dejar unos minutos más y añadir algo más de agua, si hace falta, y corregir de sal. El tiempo puede variar en función del tipo de arroz. No es lo mismo un arroz tipo bomba que un arroz vaporizado como el brillante. Si se desea obtener un resultado aceptable, sin temor a pasarse de tiempo de cocción, puede que éste último tipo de arroz sea el más conveniente.
Para presentar el plato se cortan las delicias de mar en trozos de dos centímetros de largo y se distribuyen sobre el arroz.
25 de noviembre de 2011
19 de noviembre de 2011
Arroz con leche
Postre tradicional y goloso donde los haya. Y, además, debe haber más recetas de arroz con leche que estrellas en el cielo. La que yo utilizo no es ni mejor ni peor, pero después de muchas pruebas he conseguido un sabor y textura muy ricos.
La medida estándar es una taza de desayuno y se obtiene una cantidad muy respetable de arroz con leche: ¡pa hartarse, vaya!
Utilizaremos arroz bomba; el del paquete marrón del Mercadona resulta muy bien. No se nos ocurra hacerlo con arroz basmati o con arroz brillante, que queda un arroz con leche cuartelero de pena.
Pues bien, ¡comencemos!
Se pone la leche en una olla suficientemente ancha y que tenga tapadera. El fuego se gradúa a potencia media-baja (un 4 en la escala de 1 a 10 de la placa de inducción, como mucho). Mientras la leche va cogiendo temperatura añadimos el azúcar, el azúcar avainillado, un par de trozos de canela en rama y la cáscara de un limón. Debemos procurar que esta cáscara sea sólo de la parte amarilla, eliminando todo lo demás, para que no de mal sabor. Añadimos también el arroz cuando la leche aún está templada. Tapamos y dejamos que cueza muy lentamente.
El punto del arroz nos lo dará el tiempo de cocción. En total, y partiendo de la leche fría puede ser en torno a 35-45 minutos. De vez en cuando removemos un poco, aunque si el fuego está bajo no corremos el riesgo de que se nos pegue la leche. Yo lo que hago es probar el punto del arroz cuando lleva unos 35 minutos y decido si dejar un poco más. El grano de arroz debe estar entero y meloso, a punto de deshacerse la capa exterior, y con el corazón muy tierno.
A los que le guste el arroz más caldoso les recomiendo que utilicen 8 medidas de leche. De todas maneras, cuando se enfría, el arroz absorbe el posible exceso de leche.
Una vez terminada la cocción dejamos enfriar y metemos en el frigorífico. A mi me gusta servir muy frío y decorado con un poco de canela en polvo.
INGREDIENTES
- 1 medida de arroz bomba
- 7 medidas de leche entera
- 1/2 medida de Azúcar
- 1/2 medida de azúcar avainillada
- 1 limón
- Canela en rama
- Canela en polvo
Utilizaremos arroz bomba; el del paquete marrón del Mercadona resulta muy bien. No se nos ocurra hacerlo con arroz basmati o con arroz brillante, que queda un arroz con leche cuartelero de pena.
Pues bien, ¡comencemos!
Se pone la leche en una olla suficientemente ancha y que tenga tapadera. El fuego se gradúa a potencia media-baja (un 4 en la escala de 1 a 10 de la placa de inducción, como mucho). Mientras la leche va cogiendo temperatura añadimos el azúcar, el azúcar avainillado, un par de trozos de canela en rama y la cáscara de un limón. Debemos procurar que esta cáscara sea sólo de la parte amarilla, eliminando todo lo demás, para que no de mal sabor. Añadimos también el arroz cuando la leche aún está templada. Tapamos y dejamos que cueza muy lentamente.
El punto del arroz nos lo dará el tiempo de cocción. En total, y partiendo de la leche fría puede ser en torno a 35-45 minutos. De vez en cuando removemos un poco, aunque si el fuego está bajo no corremos el riesgo de que se nos pegue la leche. Yo lo que hago es probar el punto del arroz cuando lleva unos 35 minutos y decido si dejar un poco más. El grano de arroz debe estar entero y meloso, a punto de deshacerse la capa exterior, y con el corazón muy tierno.
A los que le guste el arroz más caldoso les recomiendo que utilicen 8 medidas de leche. De todas maneras, cuando se enfría, el arroz absorbe el posible exceso de leche.
Una vez terminada la cocción dejamos enfriar y metemos en el frigorífico. A mi me gusta servir muy frío y decorado con un poco de canela en polvo.
4 de noviembre de 2011
Tarta de queso
Esta tarta es muy fácil de preparar y queda riquísima. No tiene nada que ver con otras tartas de queso, como la "New York cheesecake", que son más complicadas de preparar y tienen otra textura diferente.
El molde que debemos utilizar
Es muy importante el molde que utilicemos para preparar la tarta por dos motivos. En primer lugar debe ser un molde desmontable, como el de la foto, pues, por la consistencia final, se nos puede descuajaringar el invento a la hora de desmoldar.
Además, debe ser lo suficientemente grande como para que la altura de la tarta no sea excesiva pues, insisto, la consistencia de la misma no permite grandes alardes de altura. Para las cantidades que indico he utilizado un molde redondo de 25 centímetros y la tarta queda con una base de galleta de 1 centímetro y una capa de queso de 2 centímetros aproximadamente.
Tenemos que triturar las galletas muy muy finas y añadir la mantequilla en pomada mezclando bien hasta que quede una masa bien integrada.
Desmontamos la base del molde, la forramos con una hoja de papel sulfurizado y volvemos a montar el molde procurando que la hoja de papel quede bien estirada. Añadimos la mezcla de galletas y mantequilla y la distribuimos por todo el fondo presionando suavemente con una cuchara para darle consistencia.
Ahora viene el truco que da a la base una textura y consistencia perfecta. Hay que hornear durante unos 12-15 minutos en horno precalentado a 170 ºC. Este proceso seca un poco las galletas y endurece la base, facilitando el posterior proceso de corte en porciones.
En lugar de utilizar galletas Maria, de las de toda la vida, se pueden utilizar galletas de avena, multicereales o del tipo "digestive", que dan otro sabor y mas consistencia a la base. Es cuestión de probar y ver que tal quedan.
Esta parte es más fácil: mezclamos los tres ingredientes.
Notemos que no es preciso montar la nata ni tampoco es preciso añadir ningún tipo de ingrediente para dar consistencia, como podría ser la gelatina, cola de pescado o agar-agar. El único truco es que hay que dejar reposar la tarta bastante tiempo, de un día para otro y si son dos ¡mejor!
Pues bien, lo único que tenemos que hacer, una vez fría la base de galleta después del horneado, es añadir la crema preparada, cubrir el molde con papel de aluminio o papel film y dejar reposar en la nevera.
Podemos dar por finalizada la tarta en este punto, pero a mi me gusta decorar con una fina capa de mermelada a la que damos un toque especial. Puede ser mermelada de arándanos o la que sea de nuestra preferencia.
Para ello hidratamos la hoja de gelatina en agua fría durante unos minutos. Mientras tanto calentamos el agua a temperatura media, lo suficiente para que al añadir la hoja de gelatina se disuelva. Ponemos esta mezcla en el vaso de la batidora y añadimos la mermelada. Le damos unas cuantas revoluciones hasta dejar una salsa suave que vertemos sobre la tarta.
Preparar este topping añade unas cuantas horas al proceso ya que deberemos dejar que cuaje la gelatina antes de desmoldar la tarta, pero merece la pena.
El molde que debemos utilizar
Es muy importante el molde que utilicemos para preparar la tarta por dos motivos. En primer lugar debe ser un molde desmontable, como el de la foto, pues, por la consistencia final, se nos puede descuajaringar el invento a la hora de desmoldar.
Además, debe ser lo suficientemente grande como para que la altura de la tarta no sea excesiva pues, insisto, la consistencia de la misma no permite grandes alardes de altura. Para las cantidades que indico he utilizado un molde redondo de 25 centímetros y la tarta queda con una base de galleta de 1 centímetro y una capa de queso de 2 centímetros aproximadamente.
INGREDIENTES
- 250 gr. de galletas
- 150 gr. de mantequilla
La base de galletas
Tenemos que triturar las galletas muy muy finas y añadir la mantequilla en pomada mezclando bien hasta que quede una masa bien integrada.
Desmontamos la base del molde, la forramos con una hoja de papel sulfurizado y volvemos a montar el molde procurando que la hoja de papel quede bien estirada. Añadimos la mezcla de galletas y mantequilla y la distribuimos por todo el fondo presionando suavemente con una cuchara para darle consistencia.
Ahora viene el truco que da a la base una textura y consistencia perfecta. Hay que hornear durante unos 12-15 minutos en horno precalentado a 170 ºC. Este proceso seca un poco las galletas y endurece la base, facilitando el posterior proceso de corte en porciones.
En lugar de utilizar galletas Maria, de las de toda la vida, se pueden utilizar galletas de avena, multicereales o del tipo "digestive", que dan otro sabor y mas consistencia a la base. Es cuestión de probar y ver que tal quedan.
INGREDIENTES
- 500 gr. queso philadelfia
- 250 gr. de nata líquida 33% MG
- 150 gr. de azúcar
La crema de queso
Esta parte es más fácil: mezclamos los tres ingredientes.
Notemos que no es preciso montar la nata ni tampoco es preciso añadir ningún tipo de ingrediente para dar consistencia, como podría ser la gelatina, cola de pescado o agar-agar. El único truco es que hay que dejar reposar la tarta bastante tiempo, de un día para otro y si son dos ¡mejor!
Pues bien, lo único que tenemos que hacer, una vez fría la base de galleta después del horneado, es añadir la crema preparada, cubrir el molde con papel de aluminio o papel film y dejar reposar en la nevera.
INGREDIENTES
- 150 gr. mermelada arándanos
- 25 cl de agua
- 1 hoja gelatina
El topping
Podemos dar por finalizada la tarta en este punto, pero a mi me gusta decorar con una fina capa de mermelada a la que damos un toque especial. Puede ser mermelada de arándanos o la que sea de nuestra preferencia.
Para ello hidratamos la hoja de gelatina en agua fría durante unos minutos. Mientras tanto calentamos el agua a temperatura media, lo suficiente para que al añadir la hoja de gelatina se disuelva. Ponemos esta mezcla en el vaso de la batidora y añadimos la mermelada. Le damos unas cuantas revoluciones hasta dejar una salsa suave que vertemos sobre la tarta.
Preparar este topping añade unas cuantas horas al proceso ya que deberemos dejar que cuaje la gelatina antes de desmoldar la tarta, pero merece la pena.
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