4 de noviembre de 2011

Tarta de queso

Esta tarta es muy fácil de preparar y queda riquísima. No tiene nada que ver con otras tartas de queso, como la "New York cheesecake", que son más complicadas de preparar y tienen otra textura diferente.


El molde que debemos utilizar

Es muy importante el molde que utilicemos para preparar la tarta por dos motivos. En primer lugar debe ser un molde desmontable, como el de la foto, pues, por la consistencia final, se nos puede descuajaringar el invento a la hora de desmoldar.

Además, debe ser lo suficientemente grande como para que la altura de la tarta no sea excesiva pues, insisto, la consistencia de la misma no permite grandes alardes de altura. Para las cantidades que indico he utilizado un molde redondo de 25 centímetros y la tarta queda con una base de galleta de 1 centímetro y una capa de queso de 2 centímetros aproximadamente.

 INGREDIENTES
  • 250 gr. de galletas
  • 150 gr. de mantequilla
La base de galletas

Tenemos que triturar las galletas muy muy finas y añadir la mantequilla en pomada mezclando bien hasta que quede una masa bien integrada.

Desmontamos la base del molde, la forramos con una hoja de papel sulfurizado y volvemos a montar el molde procurando que la hoja de papel quede bien estirada. Añadimos la mezcla de galletas y mantequilla y la distribuimos por todo el fondo presionando suavemente con una cuchara para darle consistencia.

Ahora viene el truco que da a la base una textura y consistencia perfecta. Hay que hornear durante unos 12-15 minutos en horno precalentado a 170 ºC. Este proceso seca un poco las galletas y endurece la base, facilitando el posterior proceso de corte en porciones.

En lugar de utilizar galletas Maria, de las de toda la vida, se pueden utilizar galletas de avena, multicereales o del tipo "digestive", que dan otro sabor y mas consistencia a la base. Es cuestión de probar y ver que tal quedan.

 INGREDIENTES
  • 500 gr. queso philadelfia
  • 250 gr. de nata líquida 33% MG
  • 150 gr. de azúcar
La crema de queso

Esta parte es más fácil: mezclamos los tres ingredientes.

Notemos que no es preciso montar la nata ni tampoco es preciso añadir ningún tipo de ingrediente para dar consistencia, como podría ser la gelatina, cola de pescado o agar-agar. El único truco es que hay que dejar reposar la tarta bastante tiempo, de un día para otro y si son dos ¡mejor!

Pues bien, lo único que tenemos que hacer, una vez fría la base de galleta después del horneado, es añadir la crema preparada, cubrir el molde con papel de aluminio o papel film y dejar reposar en la nevera.

 INGREDIENTES
  • 150 gr. mermelada arándanos
  • 25 cl de agua
  • 1 hoja gelatina
El topping

Podemos dar por finalizada la tarta en este punto, pero a mi me gusta decorar con una fina capa de mermelada a la que damos un toque especial. Puede ser mermelada de arándanos o la que sea de nuestra preferencia.

Para ello hidratamos la hoja de gelatina en agua fría durante unos minutos. Mientras tanto calentamos el agua a temperatura media, lo suficiente para que al añadir la hoja de gelatina se disuelva. Ponemos esta mezcla en el vaso de la batidora y añadimos la mermelada. Le damos unas cuantas revoluciones hasta dejar una salsa suave que vertemos sobre la tarta.

Preparar este topping añade unas cuantas horas al proceso ya que deberemos dejar que cuaje la gelatina antes de desmoldar la tarta, pero merece la pena.



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