INGREDIENTES
- 100 gr. de pipas de girasol peladas
- 100 gr. de azúcar
- 100 ml. de agua
- Esencia de vainilla
Antes de seguir quiero mencionar un tema muy importante cuando se trabaja con azúcar caliente en la cocina: las quemaduras. El azúcar hirviendo alcanza temperaturas muy altas y las quemaduras pueden ser muy graves. Debemos extremar las precauciones, entre otras usar una cuchara de madera, al remover, para no quemarnos.
Garrapiñada.
En un cazo ponemos todos los ingredientes. De esencia de vainilla echamos un poquito, una cucharadita. Ponemos a fuego medio hasta que comience a hervir y en ese momento bajamos la temperatura al mínimo y removemos cada poco. Es fundamental que la temperatura sea muy baja, lo justo para que el agua se vaya evaporando. El proceso, para las cantidades que he indicado, dura unos 40-45 minutos y no hay que perder de vista la preparacion, removiendo muy a menudo.
Llega un momento, cuando llevamos unos 35 minutos que casi toda el agua se ha evaporado. Desde ese punto hay que remover sin parar. Poco a poco empezerá a cristalizar el azúcar, formándose una especie de arenilla, al principio por las parades del recipiente, hasta que todo el agua se evapora y el azúcar cristaliza, pero sin caramelizar, gracias a que hemos mantenido la temperatura muy baja.
En este punto, remueve que te remueve sin parar, damos una subida al fuego, hasta potencia media, para que caramelice un poco el azúcar y se forme la garrapiñada. Hay que ser muy sutil pues con facilidad se nos puede quemar el invento. En un minuto, máximo, volcamos el recipiente sobre una hoja de papel de horno separando bien las pipas y dejamos enfríar.
Esta receta nos sirve para hacer las tradicionales almendras garrapiñadas, pero nos permite usar cualquier otro fruto de partida. Yo las he probado con pipas de calabaza y el resultado es igulemente bueno. Tengo que probar con otros ingredientes, pero creo que obtendremos buenos resultados con nueces, avellanas, pistachos...
Piñonate.
La forma de hacer piñonate es la misma sólo que no hay que tener cuidado con mantener la temperatura de cocción baja sino a fuego medio. El proceso es mucho más rápido ya que el agua se evapora en unos minutos y el azúcar carameliza. El único cuidado que hay que tener es que no se nos queme.
Para formar el piñonate volcamos sobre una hoja de papel de horno, ponemos otra encima y con el fondo de una sarten o un rodillo, damos unos golpecitos para aplanar la mezca.
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