INGREDIENTES
- 1 Kg de patatas
- Un puñado de Sal
- 25 gr de mantequilla
- 50 cl de nata de cocinar
Las patatas deben ser de la misma calidad y aproximadamente del mismo tamaño. Las lavamos bien y, sin pelarlas, las echamos en el agua hirviendo. Añadimos la sal, un buen puñado, que puede ser el equivalente a un par de cucharadas.
Aproximadamente, y dependiendo del tamaño de las patatas, debemos tenerlas una media hora cociendo. Procuraremos que las patatas no sean grandes ya que en ese caso se cocerían mucho por fuera y quedarían sin hacer por dentro. De todas maneras la mejor manera de ajustar el punto es pinchar con una varilla a partir de los 25 minutos e ir sacando la patata que se encuentre hecha.
Ahora viene lo dificil pues hay que pelar las patatas antes de que se enfríen y sin quemarnos las manos. Después de eso utilizamos el pasapuré o simplemente un tenedor para obtener el puré. A mi me gusta que no quede totalmente homogéneo y que se noten diminutos trocitos de patatas el comerlo. No hace falta añadir más sal.
Añadimos la mantequilla y la nata y mezclamos bien. El puré resultante tiene una textura consistente y nos sirve de guarnición para multitud de platos. Opcionalmente podemos añadir un poco de queso rallado o incluso hay quien le pone una yema de huevo.
En cuanto a las especias ... se puede poner un poco de nuez moscada, pimienta blanca, perejil, ... es cuestión de gustos. La verdad es que si las patatas son de calidad no hace falta más que machacarlas y comerlas.
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