INGREDIENTES
- 1 Kg de membrillo
- 300 gr. de azúcar
- 1 vaso de agua
- 1/2 vasito de vino blanco
- 1 rama de canela
- 3 clavos
Ponemos el agua, el azúcar, el vino, la canela y los clavos en una cazuela y a fuego medio.
Vamos pelando los membrillos y cortando en trozos de parecido tamaño. Si hacemos cuartos, pelamos y quitamos las semillas, podemos partir cada cuarto en cuatro y resulta un tamaño muy adecuado. Añadimos el membrillo a la cazuela y cuando hierva podemos contar unos 15 minutos hasta que el membrillo esté hecho. No podemos dejarlo demasiado duro pero tampoco cocer tanto tiempo que queden tiernos o medio deshechos: tienen que estar al dente, enteritos. El tiempo será un poco más o menos dependiendo del estado de maduración del membrillo y del tamaño de los trozos. Llegado este punto sacamos los trozos de membrillo y los reservamos.
En la cazuela dejamos hervir el almíbar durante un buen rato hasta que reduzca un poco, sin que llegue a caramelizar el azúcar. Puede quedar en la mitad del líquido más o menos. Entonces cubrimos los trozos de membrillo con este almíbar y dejamos enfriar. Se puede almacenar en tarros de cristal en el frigorífico durante unos días, procurando que el almíbar cubra los trozos de membrillo para que no se sequen.
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